Aquel invierno,estaba yo,
en un escenario blanco sobre el negro de la noche,
mis pasos frágiles en la nieve ya casi no dejaban huella
lograba volverme invisibleme juntaba con el viento helado
me acariciaba mi dolor interno,
el regozijo de mi estomago vacio,
un dia más, una lucha ganada
no estaba segura de que la sangre corria por mis venas
asi que tuve que cortarlas para asegurarme.
Todo fue tan confuso desde el segundo corte,
arrodillada, poco a poco inspiraba las últimas bocanadas de aire
¿como sabría que las nubes cerrarían el cielo para mi aquella noche?
del silencio escuche mi sentencia,
yo misma la habia firmado,
no tenia fuerzas para luchar
solo deje que me llevara.
Allí estaba yo,tendida en el suelo,
lloré al verme desde arriba, grité: despierta Ana, despierta!
pero nunca más podria responder a mi nombre,
nunca fui, ni seré,
de mi solo queda una dulce ilusión,
se fue el sabor amargo de la perfección en mi boca,
estoy ahora en un mundo donde no peso,
donde no mido,
donde no calculo,
me siento bien al soñar,que al leer esto, sabrán que me fui, pero estoy mejor,
mejor de lo que en vida podría estar.
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